
2011
Nocturns
Compositores: J. Field, F. Chopin, F. Liszt, A. Borodin, P. L.Tchaikovsky, G.Fauré, C.Debussy, E. Satie, A.Scriabin, M. Blancafort, L. Balsach, N. Bonet, B.Britten
Intérprete: Sira Hernández
Sello Discográfico: La Mà De Guido
"Afirman los paleoantropólogos que el primer color fue el negro. Negro de la noche y de la oscuridad de las cavernas. Según el Libro del Génesis, las tinieblas precedieron a la Luz, creada por Dios mediante su Palabra. También la oscuridad y el silencio, en el claustro materno, preceden a la luz del día y a los sonidos del mundo, en el orden de nuestra existencia. De ellos – es decir, de la oscuridad y del silencio prenatales– emana, sin embargo, una música primordial, densa y vasta como el líquido amniótico. Esta música primera, abisal e insondable, es la música de la Noche. Anterior a todo razonamiento y toda palabra significativa, la música nocturna está hecha –como diría el poeta– de la materia de los sueños. De sentimientos todavía inarticulados, premoniciones y recuerdos ancestrales, que sólo ella es capaz de expresar.
A partir de finales del siglo XVIII, el Romanticismo hizo de esta música su obsesión y su objetivo preferentes. Durante más de doscientos años, poetas como Young o Novalis, músicos como Schubert o Chopin, pintores como Friedrich o Turner, e incluso pensadores como Schopenhauer o Nietzsche, persiguieron obstinadamente los ecos de esta música a menudo caótica, en el límite de la desarticulación y del silencio, ya sea en místicos poemas en prosa, en el género del nocturno o en el renacimiento de la tragedia griega. De Field a Britten, pasando por Debussy, Schoenberg o Mompou, la historia de la música durante los siglos XIX y XX es, en buena parte, la historia de las músicas que aspiran a recrear la Noche de la cual todo proviene: las músicas nocturnas."
Extracto del texto escrito por Eduard Cairol para el libreto del CD ‘Nocturnes per a piano’